visperas

Ya ha terminado el domingo que debia ser la vispera de la salida. Creo que ya antes jhe dicho que Dios se encarga de llevar la historia a su modo y no al mio. Tampoco saldre mañana lunes. Ahora el plan ( ya veremos el resultado) es salir el martes.
Desde la ultima vez que escribi, el pasado jueves??, las cosas no han ido sobre ruedas. El viernes me fui a Cádiz a buscar la credencial de peregrino pues con todo el jaleo de la obra y demás, no la he buscado antes. El resultado fue frustante total. Después del viaje con embotellamiento en el puente, pasé hora y media dando vueltas con el coche sin encontrar aparcamiento. Todos los parkings al completo, las calles hasta el bote de coches. ¿Qué hacen los gaditanos para dejar el coche cuando van al trabajo?. Por favor, qué alegria de vivir en un pueblo. Tras tener que salir a la avenida a buscar un panrking y hartarme de correr porque llegaba la hora de cerrar la asociación de amigos del camino, cuando localizo el sitio, está cerrado, y además me dice el vecino que allí por la mañana ( el horario que anuncian en su web) nunca va nadie. Vuelvete a Chipiona con la mañana entera perdida para nada.
El sábado me fui con la bici a explorar un poco la zona por la que quiero hacer la primera etapa. Por el rio desde Sanlúcar a Lebrija. Fuimos (con mi cuñado Nick) a cocnocer la ruta de las marismas desde Bonanza a Monte Algaida. Qué bonita ruta entre flamencos y ganado que no se sabe si son vacas o toros, da un poquito de reparo. Después de hacer unos cuantos kilometros de marismas con caminos que castigan la espalda, llenos de piedras, baches y todo lo que tienen que tener, llegamos a una cancela cerrada con un hombre detrás que se niega a abrirla (Al otro lado de la cancela, a apenas cincuenta metros estaba ya la carretera) y tenemos que dar la vuelta y hacer al menos diez kilómetros más para encontrar otra salida. Paciencia y humildad para no murmurar y echar pestes. Y además, la idea en la cabeza que cosas así son las que me puedo encontrar. Roguemos....
Hoy he pasado el dia con las alforjas, intentando meter en ellas la ropa, las herramientas, los libros, los utiles de aseo. Juro que no he puesto más que lo mínimo y que las alforjas dan más de sí de lo que yo creía, pero así y todo ha costado meterlo todo dentro y como siempre queda la sensación de que se olvidan cosas.
Ya ayer tomé la decisión de retrasar un día la salida, con el fin de salir de aquí con la credencial para poder sellarla en mi Parroquia, así que mañana lunes me voy a Sevilla a ver si soy capaz de conseguirla.
Ya tengo los nervios a cien, aunque lo disimule. Ahora llega el momento de los miedos. Después de meses de preparación, cuando llega el momento de la verdad, todas las dudas y los miedos que antes he alejado de mí , me asaltan y me inquietan. Mañana seguro que no podré dormir de los nervios.