viernes, 7 de mayo de 2010

segunda etapa: las cabezas - sevilla


DISTANCIA: 64.5 KM
TIEMPO: 4:18;02
VEL. MAXIMA: 36.4
VELOCIDAD MEDIA; 14.89 KM/H
TIEMPO TOTAL: 9:52
KM. TOTALES: 141

Escribo esto cuabdo ya he terminado la cuarta etapa, puesto que no he dispuesto de ordenador hasta ahora. Os ruego me disculpéis la espera.
El dia anterior creo que no comenté que dormí en las Cabezas en un apartamento que me alquilaron a precio de cama (20 €). Tenía para mí toda una vivienda con su salon, tv, baño, aire acondicionado. Un lujo que me encontré por sorpresa preguntando en la policía local. Estuve cenando en un bar y se me cerraban los ojos de sueño, por lo que me acosté temprano y al día siguiente antes de las ocho ya estaba listo para salir.
Salí de las cabezas por un camino amplio y nada más salir, me encontré con un hombre con el salterio en la mano y el llavero del camino colgando del bolsillo. No pude resistir la tentación de parar a saludarle y hablamos un poco, aunque se mostró bastante reticente, diciéndome que el ya había dejado el camino. Le deseé la paz y adelante. Lo que llama la atención de aquellas tierras es lo llano, sin una sola cuesta y sobre todo, la gran infraestructura de canales de riego que hay a lo largo de toda la campiña sevillana. El camino, bien señalizado con salvedades discurre casi siempre junto a grandes canales de riego. Como anécdota, las flechas amarillas me enviaron dentro del cortijo el Torbiscal, y me hicieron pasar por enmedio de un sembrado de trigo, por la huellas de un tractor. Me arañé todas las piernas, además de que lleo una racha de golpearme con los pedales en las espinillas, que voy a llegar hecho un cristo. Sin novedad, llegué a Los Palacios, donde me encontré con un extranjero y en francés chapurreao estuvimos hablando un rato. Venía de Valencia a Sevilla, y después a Santiago, haciendo 100 km diarios. Decía que desde Valencia había sido muy duro por las cuestas de las carreteras, Nos saludamos y él contunuó, mientras yo entraba en los palacios a ver la iglesia, que desde lejos destacaba sobre el pueblo. No pude entrar, pero encontré otra donde amablemente me sellaron la credencial. De Los Palacios fui a Dos Hermanas,( dejando la opción de pasar por Utrera que era dar un rodeo) por carretera, y de Dos Hermanas a Sevilla, por carril bici, entrando por la Pablo de Olavide y de ahí al centro a encontrarme con mi hijo Eduardo, que me esperaba. Es admirable como está Sevilla de carriles-bici, que te permiten circular sin dificultad por toda la ciudad.

Estuve comiendo con Edu y Mari, y pasando la tarde con ellos. Una pausa para ir a misa en la catedral y después una visita a Decatlon a comprar algo para el viento, pues el polar que llevo, no me quita el frío de la mañana.
Estuvimos buscando la famosa lápida que arca los mil km. a Santiago sin encontrarla, claro ya después nos enteramos que no está en la Catedral, sino a la salida de Sevilla hacia Camas.
Cena y a dormir tempranito, que lo pide el cuerpo.
Una palabra para hoy, la del evangelio de la misa del dia, la vid y los sarmientos, El que no da fruto, se corta.

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