viernes, 7 de mayo de 2010

TERCERA ETAPA: SEVILLA - ALMADÉN DE LA PLATA


KMS.: 81.02
TIEMPO: 6:34:55
VEL. MAXIMA; 49.9
VEL. MEDIA: 12.36
TIEMPO TOTAL: 16:27
KM. TOTALES: 222

Hoy he terminado muy cansado, tanto que no tengo ganas de acostarme, me descansa más relajarme. Además parece que aunque me canse mucho no puedo dormir más de ocho horas. Mañana he hecho propósito de salir más tarde y hacer menos kilómetros.
Hoy, en realidad ha sido el primer día de camino propiamente dicho. Antes he estado completamente solo. Hoy ya hay un ambiente totalmente distinto. Me encuentro muchos peregrinos a lo largo de todo el dia. Y yo , poco a poco, con mis dificultades empiezo a relacionarme y a entrar en el ambiente.
La jornada empezó a hora prudencial. Desayuno a las 8,30 y salida a continuación. Salir de Sevilla no ha sido difícil, ya ayer lo preparamos con Eduardo.
Cruzo Camas y Santiponce. Me paro en Itálica a hacerme la foto y hoy debe haber allí algo con los colegios que está lleno de niños vestidos de romano y de papás con cámaras de fotos.
Al salir de Santiponce empieza realmente la via de la plata. Bien señalizado, empieza entre eucaliptos, unos cien metros, y a continuación se te aparece en todo su esplendor. Un camino ancho, como de 4 mts., recto, que se pierde en el horizonte. La verdad es que impresiona. En medio de la campiña sevillana, sin un sólo árbol a la vista, recto, recto, precioso.


Nada más empezar un cartelito " Peligro, rio crecido". Esto será de estos meses atrás que ha llovido tanto y no habrán quitado el cartel. Pecado de soberbia. Diez kms. más adelante me encuentro el río y no hay manera de cruzarlo. Muchos cálculos después decido rezar aludes allí, delante del "Mar Rojo" a ver si Dios me inspira. Y lo hace. Recuerdo que había visto como un km. atrás la entrada de una finca. Me dirijo allí, y con humildad pido permiso para pasar si hay acceso a la carretera (que corre paralela como a un kilómetro).
Humildemente pedido, amablemente atendido. Tomo la cerretera a Guillena, y allí monto el numerito. La guia me dice que tengo que vadear el río junto al polideportivo. Yo pregunto a un chaval en bici y me acompaña hasta el río "Ves aquel camino que se ve al otro lado? Si, sí. El que él decía no lo estaba viendo, estaba viendo otro que yo me imaginaba. "Gracias, que Dios te bendiga".
Vadeo el río sin gran dificultad y me meto por el mismo lecho del río hacia algo que yo creía que subía para salir del cauce. Me paso más de media hora cargando con la bici parriba y pabajo por una pendiente de guijarros del tamaño de bañones de fútbol, y la gente me mira desde lejos como diciendo; ¿A dónde irá este?. Por fin vuelvo atrás y unos yonquis que estaban allí pescando me enseñan por dónde tengo que ir. Estaba tan claro que no lo ví. ¿No ves las flechas, pare? Allí, en aque arbo". Y allí estaban.
El camino de Guillena a Castilblanco, fácil, según la guía, es una pendiente suave pero constante, sin descanso. Cuando llego a lo que me pareció el final de la subida, paro a lo propio, pipí, cigarrito, estirar un poco. Allí llegan los primeros peregrinos que me encuantro. Dos jóvenes en bici con equipo superguay. Bicis de 1000 €, alforjas de 200, etc.
¿Te pasa algo?. No, gracias. Buen camino. Me pongo a rueda y enseguida me descuelgan, pero contunúo como a 100 mts. de ellos durante varios kms.. Hasta que me encuentro al ángel que Dios había preparado para mí hoy. Caminando solo, me paro a saludarlo y sale la conversación fácil. Al mismo tiempo el camino se pone imposible para la bcici, con lo cual hago con él unos 5 km. andando y charlando muy agradablemente. Es la 7ª vez que hace el camino por distintas rutas. Las conoce todas. Me describe las próximas etapas, me habla de Cebreiro, de Astorga. Al final me habla de sí mismo y me deja con la boca abierta. Tiene un bufete de abogados en Madrid y no necesita estar allí, lo tiene organizado de tal forma que la empresa funciona sola y él sólo lleva el móvil para que le consulten lo imprescindible. Se va tranquilamente seis semanas para hacer el camino. Yo quiero un trabajo así. Hemos hecho juntos la parte más dura de la etapa, en la que no se podía andar en la bici. El camno está totalmente descarnado por las lluvias. ël se detiene a descansar un poco y nos despedimos . Si yo hubiera tenido que hacer solo ese trecho, te juro que me vuelvo. Llego a Castilblanco reventado y me emto a comer en una venta donde por ocho euros me dan unso espaguettis de premio, qué buenos, y una carne en salsa que no lo desmerece. Hasta felicito a la cocinera antes de irme. Me acerco al albergue donde podría entrar a descansar y está lleno de extranjeros durmiendo la siesta. Yo me quedo en la puerta tirao en la acera muy a gusto un buen rato, y salgo a hacer el resto de la etapa por carretera hasta Almadén de la Plata, pues me habían dicho que el camino no estaba bien para biciletas y además está el Calvario, monte famoso por su dureza, creo que nadie lo ha subido en bici, todos empujando, y yo con lo cansado que estoy ni se me ocurre intentarlo. La subida a Almadén me deja reventao, sin aliento. Si todo el camino es así, o me rompo o vuelvo cuadrao. En Almadén tengo mi priemra experiencia en albergues. Muy bien. El Albergue limpio, cuidado, bien acondicionado. Había unos veinte peregrinos, en su mayoría extranjeros. Compro unas chacinas para la cena , un muestrario de las que hacen en el pueblo y ceno con un mallorquín, senderista, que viene con un grupo de seis o siete. Empiezo a notar que todos los que cuentan algo están aquí por deporte. De motivaciones religiosas nada de nada, aunque reconoce el mallorquín que ir a Santiago tiene algo especial, y al final siempre terminan allí.

4 comentarios:

  1. Estoy contigo...como siempre.
    Me ha recordado a la ribera del Gaidovar ¿se llamaba así? cuando en un alarde de listeza cortamos camino.
    Un abrazo. Que Dios te bendiga.

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  2. Estoy contigo...como siempre.
    Lo del rio me recuerda un poco lo de la ribera del Guadiovar ¿se llamaba así?, donde pecamos de listos.
    Un abrazo. Que Dios te bendiga.

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  3. Estoy contigo...como siempre.
    Me recuerda un poco esto a la ribera del Gaidovar ¿así era? donde nos pasamos de listos.
    Ánimo y que Dios te bendiga.

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  4. Nada esnuevo bajo el sol. Mateo, igualito que la Ribera del Gaidovar, sólo que ahora con menos miedo que entonces, pues ahora he salido dispuesto a recibir de buen grado lo que Dios me ponga en el camino. Qué alegria me ha dado recordar aquello. Un abrazo. Rezo por vosotros.

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