martes, 4 de mayo de 2010

PRIMERA ETAPA : CHIPIONA- LAS CABEZAS DE SAN JUAN.

KILOMETROS RECORRIDOS : 77.66
TIEMPO PEDALEANDO: 5:34:11
VELOCIDAD MEDIA APROX.: 13.95 KM/H
VELOCIDAD MAXIMA: 36

Por fin llegó el dia de la salida, después de tantos meses pensándolo y deseándolo. Esta mañana nos levantamos todos temprano, para ir a misa de 8 y después salir ya de una vez. Nos acompañaron mis hermanas y algunos hermanos de la comunidad, aunque bien sé que todos hubieran queride estar allí. La misa se celebraba en la capilla del sagrario del Santuario y no cabíamos todos allí. Decía Constancio que les habíamos invadido (a los habituales de la misa). Después de la misa rezé ante la Virgen de regla para pedir su protección, aunque sé que ella va por delante, y tras recibir la bendición de José Ramón, y despedirme de todos, salí andando hacia casa a recoger algunas cosas que había olvidado. Estando allí, llama Felipe para que le busque un billete de avión para mañana antes de las 2 que sale él de Filipinas. Menos mal que se lo encargué a Fran, y pude salir sin más contratiempos.
La mañana ha estado de viento, no sé si poniente, noroeste o qué, lo cierto es que todo el camino lo he tenido en contra, y por momentos con rachas bastante fuertes que me hacián tambalear la bicicleta. Esta etapa la tenía planeada por mi cuenta, ya que el camino marcado por los amigos del camino de Cádiz, sale de la capital pasando por Jerez y El Cuervo, y esto no me venía bien a mí. Pues bien, aprovechando que hace tiempo deseaba conocer el río, que teniéndolo tan cerca nunca había estado por allí hasta el otro día, pensé y así lo he hecho, hacer Chipiona-Sanlúcar por la vía, y Sanlúcar-Lebrija por el río. Una vez en Lebrija ya me incorporo al camino que ya hay marcado.

Sin incidencias, he ido hasta el monte Algaida, donde en medio de los pinares he parado para rezar los laudes, lo que ha sido una gozada en medio de aquella naturaleza tan bonita y a aquellas horas, completamente solitaria. Luego cogí la carretera "de plastico" para subir junto al río hasta Lebrija. Con el viento que hacía y pegado al río he ido toda la mañana con el polar puesto y casi con frío, además de viento en contra que creo que es lo peor para la bici, yo diría que peor que las cuestas. Por cierto ni una sóla cuesta en todo el día. Lo que sí he tenido ha sido soledad durante todo el camino. Hasta que no llevaba dos horas por el río no me he cruzado con un hombre al que preguntar si iba en dirección correcta. La etapa no puede ser más llana. He llegado a lebrija sobre las dos de la tarde después de 55 km. por una carretera, que salvo un trozo que hay bueno a la salida de la Algaida, está toda llena de baches, hoyos; tal como se pone el safalto muy viejo y sin cuidar.
En Lebrija, me dirigí al Convento franciscano, con la confianza de ser bien recibido, y así fué. Sólo estaba Jose Ricardo, pero en seguida me subió al comedor y me puso por delante la comida, que agradecí, y sobre todo agradeció mi cuerpo maltratado. Después compartimos un rato de charla agradable, descansando. Yo siempre con un poco de apuro de "robarle la siesta a un fraile".
He sentido que no estuviera Antonio, con el que tengo más confianza y al que me alegro siempre de ver. Como me decía él mismo por telefono esta tarde, lo bueno compartido queda para siempre. Desde aquí un abrazo tanto al uno como al otro.
Sobre las cuatro he retomado el camino pues no estaba muy cansado y puse proa a Las cabezas. 18 km. según la guía, que han sido 25 por enmedio del campo tan solitario como el río.


Al salir de Lebrija, frente a la Venta Renault, y sobre una casetilla de la luz, he visto mi primera flecha amarilla, y a partir de ahí una detrás de otra marcando el camino. Sin ellas hubiera sido imposible llegar. Venga otra de agradecimiento a las asociaciones que las marcan y mantienen.
Después de las seis de la tarde he llegado a Las Cabezas, y teniendo por delante más de treinta kilómetros hasta Utrera, y ya cansado he decidido quedarme aquí. No por hacer turismo desde luego pues aquí que ver, no sé si hay algo. Sí he visto la Parroquia de San Roque Peregrino, qué casualidad.
Unas vísperas, un capitulillo de Florecillas y una ducha y al ciber a escribir, como mis niñas con el messenger. Por cierto un abrazo fuerte florecillas mías.
Ahora me voy a buscar un sitio para cenar y a la cama tempranillo.
Por cierto el capitulillo de las florecillas de San Francisco, ya me han dejado la palabra para reflexionar hoy. "Ninguno puede estar seguro de mantener la fé hasta el final, así que estad siempre atentos y vigilantes.
No está mal para empezar.
Espero no haberos aburrido con tanta labia.
Un abrazo a mis hijos y un beso a mi mujer.

3 comentarios:

  1. Ese viento... imaginate que es el mismo viento que abrió las puertas en Pentecostes y seguro que te dará más fuerzas para seguir.
    Te aconsejo que dosifiques, y aunque no sientas sintomás de cansancio, los musculos tienen efecto memoria y cuando menos te lo espere te dará un tirón... ( consume platano y Datiles... frutos muy Bíblicos por cierto) asi que alterna algunas horas de caminatas.

    Veo que en tus rezos no incluyes la hora tercia ni la NONA!!!
    ( y ya sabes que la NONA ayuda mucho, según Tere Saenz ),,, no olvides algún que otro rosario y alguna que otra Letanía Penitencial en favor de los que por aqui quedamos cargados de pecados.
    Pongo un link, en la página del Capitan Pedales para que el ciclista que quiera siga tus comentarios.

    LA PAZ CONTIGO

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  2. Animo amigo... el camino es largo, pero se de corazón que con la compañía que llevas se te hará corto. Un abrazo de los profesores del Colegio Divina Pastora.
    Manuel de la Rosa

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  3. Llego de forma accidental a tu blog, como Chipionero y Peregrino, no se si nos conocemos imagino que si, hacer el Camino es una aventura con mayúsculas, ya sea por lo religioso, lo deportivo, lo cultural, lo turístico, o todo junto y es que aquí cabe todo lo que quieras, yo lo hice en el 2005 desde Somport en los Pirienos hasta Burgos y el 2006 de Burgos a Santiago, y volvería, te seguiré lleyendo, BUEN CAMINO....

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